Empezamos un nuevo año con muchas expectativas de lograr nuestros objetivos y es imperativo que una figura de soporte como el dinero no sea nuestro talón de Aquiles. Sabemos que estar apuntando gastos, hacer cálculos y verificando las finanzas, no es precisamente algo de la predilección de muchos, pero es un hecho que, si queremos tener finanzas saludables, debemos dedicarle algo de tiempo. Si hacemos la retrospectiva de todo lo que nos cuesta generar ingresos, el no saber a dónde se va, a raíz de malos hábitos financieros, es de cierta forma tiempo perdido.
Para empezar el año con el pie derecho y tomar mejores decisiones con nuestras finanzas, hay 3 errores financieras que debemos evitar cometer.
1. No contar con un Fondo de Emergencia. Este fondo no es más que la cantidad de dinero que debemos tener separada para afrontar gastos inesperados. Puedes considerarlo una especie de salvavidas financiero. Es importante mentalizarse que el dinero que forme parte de este fondo, debes utilizarlo únicamente para sufragar gastos imprevistos. Algunos ejemplos son los siguientes: una avería mecánica del carro, una reparación doméstica, sufrir un despido, urgencias médicas, etc.
Los instrumentos financieros como préstamos, pueden ser un gran aliado para lograr objetivos, pero en caso de imprevistos, lo financieramente saludable es estar preparado con el fondo de emergencia. De esta manera, estarás sufragando el costo real de la emergencia y ni un solo balboa más, cuidando así tu flujo de dinero regular, salud mental y en algunos casos, hasta física.
Este fondo es considerado una de las metas financieras más importantes. Para empezarlo, haz un listado de todos tus gastos mensuales obligatorios, como por ejemplo gastos de supervivencia (alimentación, agua, gas, luz) mantenimientos, seguros, etc.
Suma también las obligaciones como pagos de hipoteca. El total de la suma, multiplícalo por 3 y hasta 6. Esta sería su cantidad meta para estar auto-asegurado para atender emergentes sin comprometer tus finanzas.
2. No considerar el costo total cuando se compra a plazos: Nos encanta jugar con la idea de que si se paga poco a poco dolerá menos y así podremos comprar lo que queramos, esto basándonos en nuestra situación al momento de la decisión de compra. Es por esto por lo que cuando nos ofrecen soluciones de financiamiento, nuestra respuesta inmediata es tomarlas para satisfacer la necesidad instantánea. Hay que tener mucho cuidado dado que podemos quedar poniendo en riesgo nuestra salud financiera y de igual forma el logro de nuestras metas. Recordemos que en ese pago mensual no solo estamos pagando el artículo que nos compramos, sino que también estamos pagando los intereses. Además, si le agregamos otras compras que también decidimos comprar “poco a poco” y sin darle mayor importancia, nos vamos llenando de deudas, gastando más dinero del que podemos, dinero que podríamos estar usando en cumplir nuestros objetivos del año.
3. No conocer tus números: La práctica más común es una administración de saldo de cuenta bancaria, es decir, nos guiamos con el dinero disponible que tenemos en la cuenta. Pagamos lo obligatorio y seguimos comprando con la tarjeta débito mientras haya dinero en la cuenta. En el momento que se acaba el dinero y la compra sale denegada, en seguida sacamos la tarjeta de crédito y problema solucionado. Esto lo hacemos con la falsa expectativa que en el siguiente mes pagaremos lo que debemos y lograremos limitar el gasto lo que queda de tiempo mientras nos vuelven a pagar, en la práctica no suele pasar así.
Estos son algunos de los errores más comunes, tómalos en consideración durante 2020 para que continúes con tus planes y logres lo que te propongas sin enredos financieros.